lunes, 9 de noviembre de 2015

Elegir un CET

Por Mariana Weschler

Odio los tips, pero de verdad que en este tiempo aprendí algunas cositas que me resultaron bastante útiles a la hora de elegir una institución para Tati. De entrada sabemos que esto de “elegir” tiene sus bemoles, pero me referiré a instituciones donde estarían dispuestos a que ingrese tu retoño. En estos últimos tres años debo haber visitado más de veinte, de donde saqué algunas conclusiones. Ojalá les sean útiles:
  1. Puerta: como en cualquier elección escolar, hay que hacer puerta para saber si el ambiente te va o no. Acá es mucho más difícil, en general los pibes van en transporte. Pero cada tanto hay padres. Es tu momento para tener información dura, ¡atacá!: “¿Hace cuanto que van? ¿Están conformes? ¿El pibe va/vuelve contento? ¿Cómo manejan situaciones complicadas? Blabla”. Por supuesto que es posible que tu criterio no coincida exactamente con el del otro. Pero al menos te asegurás de tener una opinión desde la vivencia, que no es poca cosa. Si no se da en la puerta, que se de en la reunión de padres.
  2. Entrevista: obvio que es importante, pero es como los políticos, prometer es fácil, actuar se ve en los hechos. Igualmente, hay cositas del discurso que ya plantean la filosofía del lugar.

           a) Si hablan de alumnos o de pacientes. Si se visten de ambo, de guardapolvo o de civil. No todos los CET se consideran a sí mismos centros de salud, muchos se conforman como centros terapéuticos o educativos. Desde mi filosofía, así vayan a aprender a limpiarse los mocos, todos son seres educables. Y en lo concreto de Tati, tiene una salud de hierro. Así que si busco un lugar, que sea de aprendizaje y socialización.

           b) Como se relacionan con el exterior: ¿salen? ¿Hacen excursiones? Este punto te muestra que flexibilidad y predisposición para poner el cuerpo tienen en el centro. Si promueven salidas e intercambio con los lugares y personas del barrio, para mí suman varios porotos.

           c) ¿Qué festejan? Parece una pavada pero ¡NOOO! Una cosa es que festejen el día del niño, la revolución de mayo o el día de la primavera. Otra que festejen el día del autismo. El tema da para otra nota que ya escribiré. En resumen, por mí que festejen fechas patrias, cumpleaños, día de la primavera. Lo que sea festejable y a lo que yo pueda dar letra en una cena familiar cuando cada cual cuenta qué hizo o qué le pasó en el día.

           d) Tocá temas un poco más sensibles. En realidad, no los había considerado “sensibles” hasta que me tocó. Pero en vistas de que en algunos lugares son complicadísimos al respecto, vale la pena puntualizarlos. Por ejemplo, si tu hijo es más adolescente, preguntá como manejan los días que las nenas están menstruando. ¿Lo hablan, lo consideran? ¿O los tratan siempre como bebés? ¿Entienden su edad cronológica? Seguro que a vos te preguntan y te piden los chiquicientos datos de tu hijo, más formularios y seguro de la obra social para ver como vas a pagar, etcétera. Vos también tenés derecho a preguntar.
  3. Personal: Este dato para mí es el más contundente. Es BUENA SEÑAL encontrar profes de distintas edades. Que los haya jóvenes Y ADULTOS. Si son todos pendex DUDÁ: o les pagan muy mal y la rotación es permanente; o ¿porqué es que ninguno se encariñó y se quedó ahí? La combinación de jóvenes y adultos muestra que hay profesionales encariñados con la institución y jóvenes que quieren aprender o hacer carrera ahí. También es válido mirarles la cara; un día de cara de culo puede tener cualquiera, pero un poco mirando a las personas que trabajan en una institución te das cuenta de si están contentos o no con lo que hacen.
  4. Comunicación con los padres y entre padres: ¿Arman listas de compañeros? ¿Cómo son las notas? ¿Se puede caer de visita en cualquier momento? ¿Alguien lo hace? ¿Cómo festejan los cumpleaños? Estas cositas son las que muestran si promueven la socialización, si están haciendo las cosas bien como para caer en cualquier momento y no encontrarte con ninguna situación rara…no es fácil andar pasando por ahí todo el tiempo, ni creo que sea saludable. Pero sí me parece necesario que sea un espacio abierto y donde promuevan el intercambio entre familias.
  5. Recorrido: Fichate paredes (carteles, solo pecs, cajones…) Chusmeá recreos. ¿Los escuchan? ¿Fomentan el intercambio? Las carteleras y los recreos son un claro ejemplo de cómo manejan los momentos libres, y a qué dedican sus esfuerzos.
  6. ¿Cómo te reciben? Parece una pelotudez, pero... El modo en que te reciben tiene que ver con el compromiso con el trabajo. Me la juego. Si en pleno invierno no tenés quien te abra la puerta porque llegaste cinco minutos antes del horario… ¡no me dan muy receptivos que digamos!
  7. Los límites: ¿Cómo marcan los límites de los espacios? Desde puertas abiertas a puertas sin picaportes (¡si! Parece que es un uso frecuente y casi me desmayo cuando lo veo). En cada sitio marcan los límites a su manera. Entiendo que en horario de clase o de trabajo, cierres la puerta del aula, pero que el límite del espacio solo esté dado por el encierro y no por la palabra un poco me da chucho….otro capítulo aparte.
  8. La población: ¿me lo imagino a mi hijo contento entre estos pibes? Y en esta, tratar de correrse uno y ponerse en el lugar del otro. Probablemente haga falta hacer la prueba concreta, pero es necesaria.
  9. ¡BINGO! Y de pronto te encontrás a una mamá que conocías de otra escuela en la puerta y …que alivio. Si ella, que coincidió en criterio durante mucho tiempo en la anterior, ahora está en esta, capaz que la pegamos J 

Esto del CET no es tarea sencilla. Para peor, es común tener que ir girando de uno a otro, porque cambian las reglas del juego, por la obra social, por el cupo o lo que fuere. Lo que sí te digo, es que no vale la pena desesperar. Hay muchos lugares, alguno que sea el que te deje conforme seguro que existe. Y cuando te parece que ya agotaste de la “A” a la “Z” te aparece el alfabeto chino con otros tantos caracteres nuevos para recorrer. Es cuestión de no desesperar, preguntar y buscar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario